Bienvenid@s al blog de poesía castellana de 3º de ESO del IES Damià Huguet

En este blog compartiremos y comentaremos nuestros versos preferidos de la asignatura de lengua y literatura castellana, y nos animaremos a ejercer de "poemaníacos"...

lunes, 31 de mayo de 2010

David en su Lecho de muerte. (Autora: Marga Mas)

El cáncer estaba a punto de acabar con la vida de David cuando aun pudo juntar todas las fuerzas que le quedaban para hablar con todos sus seres queridos y como no, su amada. A todos les dijo lo mucho que les quería y por supuesto, lo malo de cada persona, ya que David se caracterizaba por su sinceridad.
De pronto llega el momento de hablar con su novia y en la recta final de sus minutos de vida, le dijo:
- Y ahora tú, Laura, quiero decirte lo mucho que te amo. Sabes que has sido una parte muy importante de mi vida y que siempre te he querido como no he querido a nadie. Sólo te quiero decir mis tres últimas palabras: TE QUIERO MUCHO!
Laura estaba muy emocionada y sin palabras y ya no tuvo tiempo de reaccionar.
David había muerto.

Habrá Poesía por Adolfo Bécquer

No digáis que agotado su tesoro,
De asuntos falta, enmudeció la lira:
Podrá no haber poetas; pero siempre
Habrá poesía.
Mientras las ondas de la luz al beso
Palpiten encendidas;
Mientras el sol las desgarradas nubes
De fuego y oro vista;
Mientras el aire en su regazo lleve
Perfumes y armonías,
Mientras haya en el mundo primavera,
¡Habrá poesía!
Mientras la ciencia a descubrir no alcance
Las fuentes de la vida,
Y en el mar o en el cielo haya un abismo
Que al cálculo resista;
Mientras la humanidad siempre avanzando
No sepa a dó camina;
Mientras haya un misterio para el hombre,
¡Habrá poesía!
Mientras sintamos que se alegra el alma
Sin que los labios rían;
Mientras se llora sin que el llanto acuda
A nublar la pupila;
Mientras el corazón y la cabeza
Batallando prosigan;
Mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡Habrá poesía!
Mientras haya unos ojos que reflejen
Los ojos que los miran;
Mientras responda el labio suspirando
Al labio que suspira;
Mientras sentirse puedan en un beso
Dos almas confundidas;
Mientras exista una mujer hermosa,
¡Habrá poesía!

miércoles, 26 de mayo de 2010

El Cautivo d'Antònia Escales

El Cautivo


Era un muerto enterrado en el olvido.

Era aquella sombra que nadie ve.

Era el inocente abatido.

Era el culpable hasta que escapé.


Soy el único amo de mi destino.

Soy el único escritor de mi historia.

Soy el que hace esta dedicatoria.

Soy el que no renuncia a su camino.


Antònia Escales

Rimas de Bécquer

Poemas que me gustan

Rima XXI

- ¿Qué es poesía?, dices, mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul,
¡Qué es poesía! ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía… eres tú.


Gustavo Adolfo Bécquer




Rima XXIII

[A ella. No sé…]

Por una mirada, un mundo;
por una sonrisa, un cielo;
por un beso… ¡Yo no sé
qué diera por un beso!

Gustavo Adolfo Bécquer




Rima LXXVII

Dices que tienes corazón, y sólo
lo dices porque sientes sus latidos;
eso no es corazón..., es una máquina
que al compás que se mueve hace ruido.

Gustavo Adolfo Bécquer



Estos poemas de amor me gustan mucho porque son muy simples, muy sencillos y fáciles de entender pero expresan claramente lo que se quiere decir en ellos y son realmente hermosísimos.

"Versos sencillos", José Martí

Yo soy un hombre sincero
de donde crece la palma,
y antes de morirme quiero
echar mis versos del alma.

Yo vengo de todas partes,
y hacia todas partes voy:
arte soy entre las artes;
en los montes, monte soy.

Oculto mi pecho bravo
la pena que me lo hiere:
el hijo de un pueblo esclavo
vive por él, calla y muere.

Con los pobres de la tierra
quiero yo mi suerte echar:
el arroyo de la sierra
me complace más que el mar.

Busca el obispo de España
pilares para su altar;
¡En mi templo, en la montaña,
el álamo es el pilar!

Y la alfombra es puro helecho,
y los muros abedul,
y la luz viene del techo,
del techo del cielo azul.

Duermo en mi cama de roca
mi sueño dulce y profundo:
roza una abeja mi boca
y crece en mi cuerpo el mundo.

Mi verso es de un verde claro
y de un carmín encendido:
mi verso es un ciervo herido
que busca en el monte amparo.

Mi verso al valiente agrada:
mi verso, breve y sincero,
es del vigor del acero
con que se funde la espada.

Yo sé de un pesar profundo
entre las penas sin nombres:
¡La esclavitud de los hombres
es la gran pena del mundo!


Maria Ginard y Laura Rosselló

jueves, 20 de mayo de 2010

TRISTES GUERRAS de Miguel Hernàndez


Tristes guerras
si no es amor la empresa.
Tristes, tristes.
Tristes armas
si no son las palabras.
Tristes, tristes.
Tristes hombres
si no mueren de amores.
Tristes, tristes.

domingo, 9 de mayo de 2010

''Primavera temprana'' de Maria Rosa Mercadal (soneto)

Las flores al amanecer resplandecen
y el pajarillo sobre sus ramas pía,
al verlo mi corazón se llena de alegría
y al pasar los rayos del sol enmudecen.

La primavera anuncia su presencia,
hierba fresca, nubes y claros , azahar florido
tu embriagador aroma me nubla el sentido
con tu intenso colorido brota la inocencia.

Los jardines del paraíso me ofrecen una mora
su dulzurase deshace en mi boca
¿que es lo que tienen la zarzamora?

Espuma del mar contra la roca
no deseo primavera con demora
la lluvia de abril y la tormenta choca.

sábado, 1 de mayo de 2010

Antonio Machado, Retrato






Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.

Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido
—ya conocéis mi torpe aliño indumentario—,
más recibí la flecha que me asignó Cupido,
y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.

Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.

Adoro la hermosura, y en la moderna estética
corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;
mas no amo los afeites de la actual cosmética,
ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.

Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.

¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera
mi verso, como deja el capitán su espada:
famosa por la mano viril que la blandiera,
no por el docto oficio del forjador preciada.

Converso con el hombre que siempre va conmigo
—quien habla solo espera hablar a Dios un día—;
mi soliloquio es plática con ese buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía.

Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.

Y cuando llegue el día del último vïaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.


Marina Vega y Angie Orjuela